viernes, 2 de abril de 2010

Averroes (Médico y filósofo musulmán)

Averroes, o Ibn Rushd, nació en la ciudad de Córdoba, España (cuando ésta se hallaba bajo la dominación árabe), en el año 1126 y murió en Marruecos, al Norte de Africa en el año 1198. Como su familia tenía un excelente pasar económico pudo acceder a los mejores maestros, que fueron quienes llenaron su mente y su espíritu en base a las enseñanzas del Libro Santo musulmán: El Corán. Además le hicieron conocer la filosofía neoplatónica y peripatética que habían sintetizado en su escritos grandes filósofos de los siglos IX, X, XI y XII, tales como Avicena o Avicebrón. Su principal mentor fue Aventofail, quien además de ser un gran entusiasta de la mística musulmana fue un dedicado defensor de la conciliación entre la verdad filosófica y las enseñanzas reveladas.
Durante varios años Averroes ejerció como juez en la ciudades de Sevilla y Córdoba, pero como insitía en interpretar el Corán a través de la filosofía lo exiliaron, deportándolo hacia Africa. En el ensayo que lleva el nombre "Sobre la armonía entre la religión y la filosofía" él sostenía que el filósofo es quien está mejor preparado para interpretar los Textos Sagrados por sus conocimientos del método silogístico, el cual ha de llevarlo a extraer conclusiones más valederas.
Exponía lo importante que es para el filósofo manejar herramientas primordiales como la dialéctica y la lógica para que nada quede sin develar acerca de los designios que Alá tenía para los hombres.
Respecto al resto de sus doctrinas coincidía con la mayoría de sus colegas árabes, combinando las ideas aristotélicas con las neoplatónicas. Sostuvo la eternidad del mundo y las especies que lo habitan y su creación por parte de un único dios, Alá, pero como secuenciación de un inicio primigenio. Entre sus obras se destacan los comentarios realizados sobre todas las de Aristóteles, las cuales interpretó con agudeza y han servido como fuente de consulta a los estudiosos del tema durante los siglos posteriores.
Escribió también sobre Teología: "Doctrina decisiva y fundamento de la concordancia entre la revelación y la ciencia" y "Libro de la exposición de los caminos que conducen a la demostración de los artículos de Fe"; sobre Jurisprudencia: ""El punto de partida del doctor autorizado y el término supremo del doctor moderado respecto de la jurisprudencia"; sobre Astronomía: "Compendio del Almagesto", "Acerca del movimiento de las esferas celestes" y "Sobre la apariencia circular del cielo y de las estrellas fijas"; sobre Gramática: "Libro de lo que es necesario saber respecto de la gramática" y "Sobre el verbo y el nombre derivado" y además sobre Medicina: "Culliyyat" o "Generalidades", siete libros que forman un curso completo de Medicina. Las nombradas son apenas algunas, siendo mucho más extensa su labor editorial, aunque muchas, lamentablemente, se han perdido en la época en que fue prohibido.
Poco antes de su muerte fue reivindicado y el respeto que le tenían sus pares bien se lo había ganado, pues fue un estudioso de la mayoría de las ciencias de su época y dejó plasmados en palabras inumerables conocimientos que de otra manera se hubieran perdido, su fama llega hasta hoy en día y nada ha podido opacarla.